Muchas personas que hoy en día sufren, dado que están en una enfermedad grave, posiblemente terminal o no, se les apoya con la Tanatología. Pero les pregunto: ¿Todos vamos a morir?, la respuesta es SÍ. Para ello son muy importantes los procesos del Life Coaching Tanatológico, a su familia y al Coachee, para que se den cuenta, que existe la posibilidad de que tenga que partir con fecha fijada, como todos lo haremos algún día, pero lo único bueno de esto que tienes la oportunidad de hacer, sentir, pensar, soñar y pasar un tiempo hermoso, y entender que la vida es para vivirla, y que el sufrimiento, a pesar de todo, nos quiere enseñar, lo que es para el ser humano de hoy algo tan difícil como lo es “Amar”.

La palabra “Duelo” es comúnmente utilizada para referirse a los efectos de una pérdida importante, pero no muchos conocen lo que implica el mismo, por falta de información o preparación, lo más irónico es que todos vamos para ese estado en algún momento, no somos máquinas, somos seres vivientes con sentimientos y energía, con un tiempo de uso para el mundo, por esa razón hay una frase que le entrego a mis Coachees para que la lleven consigo y la pronuncien:

“Gracias por darme cada segundo de vida, en cada respiro muero y vivo un segundo más. Es excitante saber todo lo que aprendo cada segundo y lo entrego, como cada pétalo que cae de una rosa, y otra vuelve a nacer”. María Enmanuel (2013).Por eso te invito a que si tienes un duelo cerca, no hagas lo que hacen todas las personas, familias, sociedades, contar muy poco lo sucedido, o más bien lo anulas, y como doliente, eso que sientes se va a tu mente y a tu corazón; y aunque no lo creas duele más y más; y es mas de humanos vivirlo y sentirlo de una manera amena y adecuada.

Muchas personas pueden escucharte y ayudarte, pero también está en ti aceptar lo que sucedió, está sucediendo o va a suceder, y date cuenta que realmente, tú y yo, y el universo muere y vuelve a nacer por micro-segundos.

No es hacer fiesta de lo sucedido, es que experimentes la ausencia y que vivas con discreción, amando, recordando, a través del silencio, cantando, llorando, a solas, hablando, tomando café o té, lo importante es que encuentres tu lugar y la confianza contigo mismo, o con una persona que pueda escucharte y que expreses libremente tus pensamientos sobre las pérdidas y sus efectos.

Desde la infancia, los mayores transmiten, ya como una creencia y valor a los menores el mensaje de que no se debe llorar ni manifestar el dolor y el enojo; y para el duelo, pérdida o ausencia esto es un bloqueo emocional, que debe salir y respirar.

Por lo general, los adultos tienen la mala práctica de procurar mantener a los menores lejos de situaciones que impliquen muerte y dolor, así como también evitan tratar el tema con ellos; pero cuando les toca, realmente no saben cómo manejar esto en sus vidas.

Para finalizar, les pido y les invito a que coloquen una fecha planeada en sus vidas, y vivan, disfruten y sueñen como nunca, y sobre todo servir a los que necesitan durante ese tiempo, pidan que durante ese tiempo le entreguen mucha salud, paz, luz y amor, sientan que ese día morirán  y que dirán gracias, porque aprendí a vivir como debo vivir, y amar, como debo amar. Es probable que llegues a ese día y lo pases, y es, excelente, me concedieron unos minutos más, y entender si fue antes, pues hay que aceptar que fuimos elegidos, para una misión y se ha terminado feliz, porque aprendí a vivir cada día de mi vida, para morir feliz, dado que su finalidad es: “Morir para Trascender”.