Los amores, sin generalizar, hoy en día son más complejos, pensando en la era antigua, no tecnológica y las personas se amaban y luchaban. Ahora que están expuestos a más canales de interacción en la sociedad como las redes sociales, ahora mantener la estabilidad relacional, dinámica o natural, es más difícil; pareciera que es más fácil tener varias parejas al mismo tiempo, pareciendo divertido, pero al final varios salen heridos queriendo o sin querer.
Cuando hablo de un amor bonito, pareciera que estás fuera de onda, anticuado o que eres un extraterrestre. Lo que si he validado es que la media naranja es un amor prohibido por los mismos amantes y sus auto-bloqueos de pasados, memorias, el que dirán, duelos, la sociedad, la familia, las religiones, los centros de estudios, entre tantos obstáculos que se colocan y dejan de vivir su amor. Nunca es tarde para amar y confiar, yo lo hago y me atrevo con la convicción que de cada amor se aprende algo, cada día es nuevo o diferente, como cuando está nublado y llueve, sale el sol, de pronto un viento, quizás se despeja y anochese.
Cuando sientas que es tu media naranja, entregarse y disfrutar es una decisión y acción importante, porque no sabemos cuando es el último día, por eso es relevante despedirse cuando se deba despedir, cerrar ciclos y avanzar, pero dejar de sentir, entregarse y amar bonito, debemos rescatarlo día a día. El amor se transforma, lo importante es ver hacia adentro de tu corazón aprender y adecuar lo que sea necesario.