La Ontosemiótica trabaja de forma anidada la metodología hermenéutica que es el posicionar, hacer un compendio y tener sentido de argumentación; seguidamente se debe a un lenguaje plural, donde el sujeto simbólico-cuerpo y el texto están llenos de sensibilidad y patemización; con un sentido unitario; es decir, que el sujeto con la semiosis, llega a luna construcción de sentido, o una resignificación, en niveles sintácticos, semánticos y pragmáticos.

Dentro de los elementos de la semiosis tenemos el sujeto enunciante, el texto o discurso y las circunstancialidades enunciativas, siendo estas últimas en lo íntimo, lo privado y lo público.

La subjetividad como soporte lingüístico-argumental, dentro de ella está la subjetividad como articulante de un orden simbólico, indicando que la semiosis es temporal, espacial, textual, contextual y subjetiva, por lo que abarca y está directamente incluida en la historia, lo social, cultural, político, económico, educativo entre otros; donde la arquitectura cultura es de corte físico, histórico y sensible.

Todo parte de la memoria del sujeto intimo personal, donde su o la historia del contexto socio-cultural, se refleja en un texto discursivo y puede ser imaginario mítico ficcional, llega a la isotopía de la sensibilidad, donde se genera la enunciación; y si se reversa, es una forma de narrar al mundo, que sería narrar, imaginar, discursos, semiosis y sujeto.

Así mismo se tiene el subjetivar como proceso analítico-interpretativo, semiosis constituyente o reconstructivo, donde subjetivar están inmersos el sujeto, lo que no se ve, lo que está escondido y lo simbólico. Donde realmente el proceso es definir subjetivo, proceso hermenéutico, figura epistemológica, subjetividad reflexiva y el sujeto ético. Por otro lado está la subjetivación que es la semiosis constituida y el valor argumental.

 

Uno de los puntos que consideraría importante es el proceso de resignificación, dado que cuando se educa o ya se tiene una serie de conocimientos ya preestablecidos dentro de la memoria y el individuo se ve limitado, una de las herramientas fuertes que se podrían utilizar en varias ramas sociales es la resignificación; donde el ser enunciante a través de un apoyo interno o externo logra a través de procesos de resignificación los subjetívemas, para transponer roles, y refigurar un acontecimiento, de un objeto enunciado, llevando así una mediación óntica, con las isotopías de subjetividad del ser enunciante; donde la memoria histórica (acontecimiento real o refigurado) y la memoria cósmica (Acontecimiento hiper-real y suprarealidad) son las que se trabajan en conjunto con el ser enunciante.